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La Autoexploración Mamaria, Una Técnica De Detección Precoz Del Cáncer De Mama 

La autoexploración mamaria, una técnica de detección precoz del cáncer de mama 

El 19 de octubre es el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama, para sensibilizar y concienciar a las mujeres de todo el mundo, sobre la importancia de realizarse un examen de mamas regularmente, con la finalidad de detectar cualquier signo o anomalía. 

Este año es aún más importante animar a las mujeres a hacer la autoexploración este recordatorio debido a que la saturación de los centros de salud y hospitales del año pasado, ha provocado el retraso de algunas revisiones, tanto por parte del colapso que ha habido como por el miedo que han tenido algunas personas de acudir a los centros por miedo de una posible infección.

En este artículo te contamos cómo hacer una autoexploración mamaria que, en ningún caso sustituye las revisiones ginecológicas regulares, si no para que sirva como complemento de autoconocimiento y prevención.

Datos básicos 

La autoexploración mamaria es un control realizado por la mujer para examinarse física y visualmente con el objetivo de detectar cambios en las mamas o axilas. Es conveniente vigilar su aspecto, tamaño y forma, así como la aparición de nódulos y secreciones. Permite conocer mejor los pechos y ser capaz de valorar alteraciones o cambios de forma, de textura, de color y de tamaño.

La autoexploración debe realizarse en un lugar momento y tranquilo, en una habitación con un espejo que permita verse de medio cuerpo. Se recomienda hacerla una vez cada mes entre el 5º y 10º día del ciclo menstrual, cuando los senos están más blandos. Una vez llegada la menopausia se puede elegir el 1º de mes para no olvidar el control.

Los 3 pasos de la autoexploración mamaria

1. La observación

Ante el espejo, observa si hay cualquier cambio de tamaño o de forma respecto a la última exploración. Examina, también, si la piel presenta hoyos, rugosidades, dobleces, retracción del pezón o cualquier, cambio en el contorno de los pechos. Vuelve a hacer la misma observación con los brazos levantados por encima de la cabeza.

2. La palpación

Tumbada en la cama boca arriba y descansando la cabeza sobre la mano izquierda. Examínate el pecho izquierdo con la mano plana, efectuando movimientos circulares. Imaginariamente, haz una división de su pecho en cuatro partes; inicia la exploración en el cuadrante superior interno. Comienza desde el esternón presionando suavemente y con movimientos circulares cortos buscando nódulos, engrosamientos, abolladuras o cualquier otra cosa extraña.

Mueve los dedos poco a poco en dirección al pezón y examine toda la zona alrededor de él. Igualmente, continua con el cuadrante inferior al pezón, siempre despacio.

Pálpate la axila intentando descubrir cualquier nudosidad o inflamación.

Es conveniente seguir todos los pasos que se describen anteriormente, primero explorando un pecho y luego el otro.

3. La presión

Presiona suavemente con los dedos cada pezón para descubrir una eventual secreción sanguinolenta.

Posibles síntomas de cáncer:

– Secreciones sanguinolentas

– Hundimiento del pezón

– Asimetría entre los pechos

– Bultos o nódulos en la axila o el pecho

– Irritación de la piel

– Crecimiento de las venas

– Dolor constante

– Cambio de textura

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