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Nutrición Deportiva: Destapando NUTRIFAKES: L-Carnitina, La Vieja Falsa ‘maga’

Nutrición deportiva: Destapando NUTRIFAKES: L-Carnitina, la vieja falsa ‘maga’

Al iniciar nuestra andadura on-line y como podréis comprobar en la declaración de responsabilidad de nuestra web, nos comprometimos a brindar la máxima transparencia y a ofrecer un espacio de seguridad donde salud es salud. Y sólo existe una única posición: la científica contrastada. Por lo tanto, hay poco margen para maniobras retorcidas en eso que hoy se llama libertad de opinión. De hecho, de vez en cuando, recordaremos el peligro que supone informarse u obtener servicios y/o bienes relacionados con la salud, en aquellos sitios, virtuales o físicos, donde detrás no haya verdaderos profesionales titulados y a ser posible, con experiencia en su campo, bien los medicamentos, la nutrición, la ortopedia, la dermofarmacia, la odontología, la óptica, etc. , los que además deben cumplir con su obligación de acuerdo a lo anteriormente dicho, anteponiendo siempre profesión y transparencia a beneficios económicos en su ejercicio como profesionales sanitarios. Y es que no hay mejor competencia que aquella que se basa en los conocimientos y no en el producto y el precio. Ni la salud es un producto, ni el medicamento lo es tampoco, ni por supuesto la indicación profesional. Y hay que proteger dicho sistema competencial apartando a aquellos cuyo objetivo sanitario no es otro sino el mercadoque representa y/o la fagocitación del sistema.Si rompemos esta atmósfera convertimos libertad en libertinaje.

A los mundanos servidores de la salud, dícese profesionales sanitarios acogidos a un código deontológico y dentro de ellos los nutricionistas, además de informar y dar la calidad de asistencia merecida por el paciente, no nos queda más remedio que luchar contra uno de los auténticos ogros de la salud pública, un problema inmenso donde cabe personal de toda índole, cada cual más pintoresco y cretino… los creadores y difusores de `fakes´ o simplemente mentiras, falsedades, medias verdades, parafraseos pseudocientíficos cutres o vulgares copias y los productores y vendedores de productos milagrosos o con atribuciones que no se corresponden con la verdadera acción e indicación, a todos ellos sin importarles nada que lo que se llevan entre manos es la salud del personal. Recordemos que cuando pillana un falso médico, que ejerce sin título, éste suele o debe acabar en el lugar correcto, un juzgado. Pero su dios es su mercado, tristes almas vagabundas a las que poco importa vilipendiar a aquellos que necesitan un remedio, una ayuda o un simple consejo. Pensamos que algunos de ellos se arrepentirían si viesen el sufrimiento que hay detrás de muchas personas. Y su medio favorito es internet, donde, por lo menos, al principio, no hay que dar la cara. Cobardes. Y si encima tienen la desfachatez de darla, incluso con una bonita foto y una tierna descripción del sujeto, a sabiendas que no tienen ni puñetera idea de lo que están hablando, porque ni siquiera obtuvieron el más elemental título, entonces es que tienen poco coeficiente (intelecto) o sienten un profundo desprecio por casi todo lo que les rodea, incluido personas, aunque vayan con una sonrisa enorme a todas partes y tengan unos modales que parezcan porcelana china. En fin, hasta que lleguen las esperadas certificaciones oficiales de webs y apps en el ámbito de la nutrición, lo mejor que podemos hacer es asegurarnos de que detrás de las palabras ( y en muchísimas ocasiones PRODUCTOS) no hay un impostor. Sólo hay que teclear L-carnitina en google para sumergirse en un gigantesco y atroz universo de mentiras. Mentiras rebuscadísimasdonde los impostores son capaces de desplazarse hasta una biblioteca científica y calcar el mecanismo de acción y retorciendo después dicha acción bioquímica, hacer que parezca que la suplementación es necesaria en la mayoría de casos en la que no lo es.

Para abreviar, diremos que la L-carnitina o ácido L-3-hidroxi-4-N-trimetilaminobutírico es un elemento no esencial que puede biosintetizarse (dentro de nuestro organismo) o ingerirse a través de la dieta (especialmente en carnes y lácteos) que facilita el paso de los ácidos grasos al interior de la mitocondria celular para su oxidación y correspondiente obtención de energía (y de ahí su vulgar apodo “quemagrasa”). Lo que se conoce como β-oxidación.

La L-carnitina, en el ámbito de la nutrición deportiva siempre ha querido estar, o se le ha forzado a estar, dentro de lo que se conocen como ayudas ergogénicas, que son aquellas sustancias (suplementos) que ingeridas externamente, supuestamente mejoran el rendimiento deportivo. Pero muchas de ellas, sencillamente, no sirven para nada. Además, también existe la creencia de que la molécula a la que hoy nos referimos, ejerce dicha acción `quemagrasas´ fuera del ámbito del deporte, es decir, cuando vamos caminando por la calle o tenemos lindos sueños. Magia potagia.

Como consejo, queridos amigos, os recomendamos que cuando escuchéis “palabros” tan ridículos como quemagrasas, depuración, detox… os deis media vuelta y salgáis corriendo, porque lo único que quieren quemaros es vuestro bolsillo o llenaros de `cookies´ la memoria del smartphone para venderos la motocon cualquier cosa durante vuestro recorrido on-line. En el siglo XXI hay más brujería que en la Edad Media.

Para entender el problema de la L-carnitina, en primer lugar, como siempre, explicaremos de forma fácil su mecanismo de acción. Esta molécula se une al ácido graso previamente modificado y cambia momentáneamente su estructura química, lo que permite el paso hacia el interior de la mitocondria celular. Una vez dentro, el ácido graso vuelve a su configuración previa a la unión con la L-carnitina y ya está listo para ser “quemado” en una serie de reacciones químicas: la β-oxidación. Si el cuerpo humano fuese como las reglas de tres directas a las que estamos acostumbrados, a más carnitina ingerida, más grasa “quemada”, más energía y más rendimiento físico. Pero resulta (¿alguien ha visto “el chip prodigioso” o “érase una vez la vida”?) que nuestro maravilloso organismo es un universo donde las reglas de tres directas a las que estamos acostumbrados aquí, en el exterior de nuestro cuerpo, no se cumplen, por suerte para nosotros, porque es algo incompatible con la vida, con la naturaleza, de ahí su fantástica complejidad, tan difícil de investigar.

Como un estado patológico más, el déficit de L-carnitina puede manifestarse con diversos síntomas, como debilidad muscular y puede estar producido por trastornos en su absorción intestinal, problemas en su biosíntesis, un aumento en la excreción….entre otros. Es decir, su déficit es un estado patológico importante que debe ser tratado debidamente. Algo que está muy lejos del caso que nos ocupa, pues dicho estado se alcanza cuando las alteraciones producen un déficit en L-carnitina que va del 25% al 50% de su concentración media normal (y estos casos son rarísimos). Obviamente, dichos valores deben ser repuestos para revertir la situación. Sin embargo, en el adulto sano (sin los problemas anteriores), por ejemplo un deportista, el organismo autoregulala concentración de L-carnitina y el paso de ácidos grasos a la mitocondria por sí mismo, en función de la deriva metabólica de cada momento. Concentraciones “artificiales” (llamaremos así a los extras de los suplementos) no influirán en este proceso, ni lo aceleran, ni nada parecido. Y existen hechos científicos probados que lo demuestran. Y NO EXISTEN hechos científicos que demuestren lo contrario. Si leéis alguno en un artículo, web o envase, son pura pseudociencia y/o dicharachería.

ASÍ:

  • La enzima Carnitina Palmitoil-transferasa I (CPT-I), permite la unión de la L-carnitina al ácido graso. QUID 1 de la cuestión: La concentración necesaria de dicha enzima para la velocidad media de acción está muy por debajo de las concentraciones musculares normales de L-carnitina, luego en sujetos sin verdadero defícit de L-carnitina (que ya hemos dicho que es rarísimo) la cantidad de L-carnitina normal (la obtenida por biosíntesis interna o por la dieta) satura al máximo la velocidad de transporte de ácidos grasos al interior de la mitocondria. Es decir, es un proceso que no puede darse más rápidamente o en mayor cuantía por el hecho de dar más L-carnitina al sistema. Si un motor puede llevar el coche a 200 Km/hora, por meter más gasolina no correrá más (haciendo un símil un poco cutre pero bastante gráfico).
  • QUID 2 de la cuestión: Las adaptaciones que resultan por el entrenamiento a largo plazo, en cuanto a las concentraciones musculares y/o plásmáticas de L-carnitina NO SUPONEN cambios significativos que comprometan la función normal de este metabolismo.
  • QUID 3 de la cuestión: Se ha visto que la concentración en músculo de L-carnitina permanece estable en ejercicios de baja intensidad y disminuye en ejercicios de alta intensidad. Sin embargo, al término del ejercicio la concentración se normaliza en un plazo máximo de una hora y en el ejercicio no se produce ningún déficit patológico ni tampoco se produce un déficit sostenido a largo plazo de L-carnitina al término del ejercicio. Las reducciones durante el ejercicio sostenido y de cierta intensidad nunca sobrepasan el 20%.
  • QUID 4 de la cuestión: La suplementación perturba la normalidad de su cinética endógena causando modificaciones agudas en las concentraciones plasmáticas que el sistema de excreción renal compensa velozmente. Es decir, cuando el cuerpo detecta un exceso de L-carnitina por la suplementación, rápidamente se pone en marcha para eliminarla a través de la orina. Además, la mayoría de L-carnitina se genera por biosíntesis (nuestro organismo la produce) y otra parte viene de la dieta, sobre todo contenida en carne y leche.
  • QUID 5 de la cuestión: La elección del sustrato energético en cada momento se produce independientemente de la concentración de L-carnitina, pues está determinado por la capacidad de las vías energéticas para sostener una intensidad de trabajo determinada, que será más alta o más baja según el nivel de rendimiento de cada persona. Es decir, que el organismo, para obtener energía, utiliza hidratos de carbono o grasas (lípidos) (o proteínas en muy baja cantidad normalmente, salvo en estados patológicos importantes que producen déficit proteico), en función de cuál de ellos le resulte más útil en cada momento, sin importar la cantidad de L-carnitina presente.
  • QUID 6 de la cuestión: el sistema de transporte de ácidos grasos permanece en su estado normal (velocidad de trabajo) en el caso de la suplementación, siguiendo los cauces de su autoregulación en función de cada momento, no viéndose afectado por modificaciones agudas de la concentración de L-carnitina causadas por la suplementación.

            En conclusión: no está demostrado que la suplementación con L-carnitina estimule el rendimiento deportivo incidiendo en la mayor oxidación de ácidos grasos a nivel mitocondrial muscular. Más bien lo que se demuestra es que no sirve para nada.

Nuestro Servicio de Nutrición y Dietética en su apartado de Consulta de Nutrición para la elaboración de dietas personalizadas, no tiene por objeto vender productos asociados. Ésta, no es la forma correcta de realizar la intervención nutricional. Casi nuca es necesario utilizar productos para mejorar el estado nutricional del individuo o simplemente rebajar el peso. De hecho, se debe investigar la toma de sustancias que pudiesen enmascarar los resultados del tratamiento dietético, pues el objetivo es la libertad, la elección sabia de alimentos por parte del paciente a lo largo de su vida, sin ningún tipo de dependencia psicológica sobre productos (ni sobre multitud de productos alimenticios desaconsejados nutricionalmente).

Si tenéis cualquier duda, comentario o intención de hacer el cambio que algunos pensáis en hacer todos los días, contactarnos. Iñakinutricionista.

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